Cada tramo de camino hacia la cima del Champaquí cuenta con una referencia específica. A veces una piedra sobre la que el viento cinceló la cara de un indio, otras la forma de una bota invertida, o dos pinos solitarios en la pendiente. El paso del nicho es una de ellas.
En medio de la serranía del Valle de Calamuchita se abre un paso en la roca que desemboca directamente en el arroyo: Las Socabonas. Si se mira bien, del otro lado del arroyo, se descubre un hueco en la piedra: el Nicho.
Relata la leyenda que los comechingones llevaban a sus muertos hasta el punto más alto de las sierras del Valle de Calamuchita con el propósito de enfrentarlos, para bien o para mal, con Apu, el dios del Champaquí. Pero muchas veces el arroyo en su crecida les cortaba el paso, y entonces esperaban que las aguas de Apu se calmaran, y guarecían al difunto en el nicho, bajo la mirada vigilante del más viejo del grupo, que velaba su descanso en la noche.
Todavía se observa claramente en ese lugar, sobre una de las rocas que se oponen al nicho, el rostro serio y vigilante de uno de aquellos viajeros comechingones, del afortunado a quien le tocó la fundamental tarea de ser el guardián de los dominios de Apu.
Sección especial, dedicada a la cultura Comechingon
Tema: el paso del nicho | Leyendas indigenas de la Argentina por Lautaro Parodi seccion “Los Comechingones”
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